El gobierno nacional llegó a un principio de acuerdo con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) para oficializar en las próximas horas el traspaso de las 31 líneas de colectivos que circulan exclusivamente en territorio porteño, según se supo a partir de consultas a fuentes oficiales al tanto de las conversaciones. Los detalles se conocerán en las próximas horas pero se sabe que el convenio permitiría postergar, al menos por el momento, un aumento inminente en el boleto que pagan los usuarios y evitar una posible afectación del servicio. En paralelo, hay una disputa por $8.500 millones en subsidios.
En los últimos días se abrió un puente político que permitió encauzar un diálogo entre los funcionarios encargados de la Secretaría de Transporte del ministro de Economía, Luis Caputo, y sus pares bajo el mando del jefe de Gobierno, Jorge Macri, el cual se extendió durante el fin de semana. Ambas partes terminan de definir por estas horas la letra chica de un Acta Acuerdo que se firmará en las próximas horas y que luego deberá ser ratificada por la Legislatura de la Ciudad.
En concreto, Caputo le transferirá a Macri todas las competencias sobre las 31 empresas de colectivos que circulan exclusivamente en la Ciudad, es decir, la potestad de definir recorridos, frecuencias y tarifas de esas líneas. El trabajo de estos días estuvo puesto en que ese proceso se realizara de manera “ordenada”, por lo que podría abrirse un “período de transición” de hasta seis meses y no se realizaría de manera intempestiva como agitaba el gobierno nacional.
Es que, tal como publicó este medio, el Ejecutivo Nacional tiene listo el decreto para oficializar los cambios a partir de una modificación en el Decreto 656/1994 que llevó a su órbita el transporte porteño, es decir, la potestad de definir tarifas, recorridos, frecuencias y subsidios. La norma además se apoya en el traspaso que en 2012 se había hecho del sistema de subte, en ese mismo sentido.
“Si finalmente hay entendimiento entre ambos gobiernos podría postergarse la discusión tarifaria del boleto para más adelante y por el momento no habría modificación de la tarifa que pagan los pasajeros”, señaló una fuente de la administración porteña.
La principal duda en el sector estaba en qué va a suceder con los subsidios que reciben las 31 líneas para compensar la diferencia entre el boleto que pagan los usuarios y la “tarifa real” que se necesita para sostener el sistema. CABA pone el 55% de esas transferencias y Nación el 45% restante ($7.000 millones). Caputo avisó en varias ocasiones que desde septiembre cortará esa subvención para “igualar” la situación del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) con la del interior, en donde desde febrero dejó de haber giro de fondos.
En la Ciudad explican que el costo “real” del boleto en las 31 líneas apuntadas es de $863 de los cuales $371 los pone el usuario mientras que Nación subsidia $271 y los otros $221 los aporta CABA. El acuerdo evitaría que el pasaje salte a $642 o que las empresas decidan reducir el servicio ante menores fondos.
El otro problema es que en las otras 103 líneas nacionales del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que tienen una cabecera en CABA y otra en provincia de Buenos Aires, seguirán subsidiadas por Nación, por lo cual el riesgo era que en la misma ciudad podía haber 31 líneas con tarifas más altas. Ese es un punto por el que también advierten las empresas.
Otro frente de conflicto es el del boleto integrado de la Red SUBE, por el que CABA debería asumir otros $1.500 millones mensuales. El beneficio se aplica de forma automática en el momento del viaje solo para las tarjetas registradas: el primero se paga con tarifa plena, el segundo con descuento del 50% y el tercero con 75% de rebaja. En un rango de dos horas se pueden hacer hasta cinco combinaciones de transporte, pero debe existir un intervalo de tiempo mínimo de 2 minutos y no se puede abonar el transporte de otra persona. Los colectivos que circulan exclusivamente por la provincia de Buenos Aires dejaron desde este domingo de estar alcanzados por ese descuento, que demandaba unos $6.500 millones mensuales, debido a que la gestión porteña decidió no hacerse cargo de los fondos que cortó Nación.
La premisa de Caputo es “igualar la situación que existe en todas las otras provincias del país con Ciudad y Provincia” según explicó este miércoles en declaraciones radiales, en busca de un ahorro total de $15.000 millones mensuales por la quita de subvenciones en el AMBA. El gobierno nacional eliminó en febrero los subsidios a las líneas del interior.
De fondo se encuentra la disputa entre ambas partes por la coparticipación. El Ministerio de Economía de la Nación comenzó a girar $20.000 millones de pesos por semana a CABA para cumplir con parte del fallo de la Corte que obligaba a Nación a devolver los fondos quitados en 2020 por Alberto Fernández. Sin embargo, Macri reclama $5 billones de pesos en deudas que se habrían acumulado por transferencias en los últimos 48 meses.
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